Hoy me he flipado y he flipado. Y ha sido una suma de dos factores: Que echo de menos mis paseos matutinos en bici (aunque aquí los doy a pié monte arriba y son un lujazo), y que ayer tuvimos un día entero de pachorreo en la playa (muy recomendables las playas de Noja, maravillosa y tan amplia que no había problema de mantener distancia con todo el mundo). Total, que me he levantado y he decidido sacar a pasear a mi viejita de dos ruedas, que ahora disfruta de una jubilación anticipada en el garaje del pueblo. Consejo: las rutas calculadas por Google Maps por caminos del campo no siempre son certeras, así que si te dice que es una hora, cuenta con dos. La idea era dar una vuelta a la loma que subimos cada mañana. Una hora, 23 kms. Perfecto. Pero claro, Google no valora en su algoritmo que el camino tenga una subida en pendiente de entre un 20 y 25% y tu bici de paseo pese 300 kg. Ni cuenta con que la nueva autopista en construcción haya devorado la mitad del camino. Cuando dar la vuelta no es una solución, a veces basta con tomárselo con calma. Como la vida misma, que por mucho que nos duela a veces, no hay marcha atrás. Y das con una dura cuesta arriba. No pasa nada. Frena, bájate de la bici, y ve asegurando tu camino paso a paso, con calma y seguridad. Tómate tiempo para respirar y observa. A lo mejor te llevas una grata sorpresa, como nosotros esta mañana, con la visita de varios buitres leonados sobrevolando nuestras cabezas a unos 4 o 5 metros, algo único. Y cuando te quieres dar cuenta, habrás terminado la cuesta. Y habrá merecido mucho la pena. Esta mañana lo ha merecido todo. Eso sí, ¡la sudada ha sido monumental! (en Respenda De Aguilar, Castilla y León, Spain)
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