Cara de vacaciones. Después de mes y medio de intensidad, con...



Cara de vacaciones. Después de mes y medio de intensidad, con exámenes finales en mitad de una mudanza algo traumática (todas las mudanzas tienen un punto emocional fuerte, pero ésta, tras casi 10 años, se ha llevado la palma). Y he sobrevivido. Y ya estoy acomodada en una casa que me merezco (nos merecemos): sin humedades irreparables, sin caseras irresponsables que juegan al chantaje emocional, sin camiones de basura haciendo la carga frente a la ventana del dormitorio en mitad de la noche, sin humos y ruidos de coches pasando constantemente, con espacio para que los cuatro tengamos nuestro espacio, y un patio que quién lo hubiera pillado en cuarentena… Vamos… Feliz. Y tras dejar trastos atrás (materiales e inmateriales), tras cerrar el curso satisfactoriamente (aunque se ha notado el pinchazo del estrés final), y tras acomodar nuestro nuevo espacio: vacaciones. Toca descansar. Disfrutar del cambio, del silencio, de la calma, de los viajes, del mar, de la montaña y su río, de la sombra de un árbol a media tarde, de la brisa suave, de los paseos, de los momentos de quietud, del sonido de las aves, del sol tostando la piel salada, de la compañía de la familia (la de sangre y la que se encuentra por el camino), de la soledad… De cada cosa por separado y de todas a la vez. Y recargar de energía para afrontar el curso que viene con las ganas que ya le tengo, porque pinta suculento. Estoy impaciente, pero antes, a tomar aire.
https://www.instagram.com/p/CRtzBplFbBq/?utm_medium=tumblr


from Tumblr https://ift.tt/3zzSG39
via IFTTT

Comentarios