La semana pasada fue la semana de las "despedidas". Y lo digo entre comillas porque son despedidas de un rato, que al fin y al cabo nos vamos a ver en un par de semanas de nuevo, pero algo especial tiene el despedir junto a la gente que quieres, o con la que compartes momentos importantes de tu vida, el año que se va. O el ciclo que se cierra (siguiendo con el tema de lo cíclico). Pues yo hoy, más que despedir, quiero dar la bienvenida al invierno. Y no hay mejor manera que con un paseo mañanero #IntoTheWoods (que nos encanta a Dara y a mí ese musical!). Entre la niebla formada por una nube perezosa que no quería madrugar, se veía el camino a seguir. Y caminando, poco a poco, a levantado el día, y los rayos del sol que vagamente se hacían paso entre las ramas, acabaron por bajar a saludar en algún que otro claro. Eran rayos de invierno que venían a avisar de que comienza un nuevo ciclo, que de eso van todas estas festividades. Y como cuando vamos a dormir y arrancamos un nuevo día con reposo (porque en realidad es así como comenzamos cada día: durmiendo). Es el momento de reposar todo lo que ha sucedido en este último ciclo, para que podamos madurarlo más adelante. Así que eso será lo que haré este invierno: parar, reposar, saborear, reflexionar sobre lo que este año deja atrás, y sacar de todo ese aprendizaje la semilla que plantar con la llegada de la primavera. Os deseo un placentero y energizante descanso. #FelizSolsticioDeInvierno (en La Pedriza)
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